ETAPA LA LLAU – SANT GUILLEM – VETERA
El lugar inicial de referencia de la travesía es en Prats de Molló, donde varios hoteles pueden acoger en catalán y hacernos sentir como en casa. Mientras no haya refugio guardado en Sant Guillem, punto cardinal sur de la travesía, partiremos de Prats de Molló en coche hasta el vecindario de la Llau, y accederemos a pie a Sant Guillem. La etapa hasta Vetera es un bonito flanqueo sobre el Alt Vallespir y la Alta Garrotxa, por la reserva natural de Prats de Molló, con grandes vistas panorámicas desde el Comanegra al Bassegoda, y desde el roc de Frausa y la Albera en la llanura de Roselló y el mar. La ermita románica de Sant Guillem de Combret (siglo XII), declarada monumento histórico de Francia, da el pistoletazo de salida a la etapa de la vertiente sur del macizo del Canigó, en el que podremos disfrutar de las impresionantes vistas del Vallespir, la Garrotxa y el mar ampurdanés y rosellonés. Es la etapa más larga de la travesía.
Para encontrar el punto de inicio del sendero que nos lleva a Sant Guillem, aparcaremos en la Llau y retrocederemos unos 200 m a pie, donde una pista sale a mano derecha en subida con la indicación de la ermita. Dejaremos un cobertizo ganadero a la derecha y tomaremos un bonito sendero de bosque que en subida constante nos llevará directos hasta Sant Guillem de Combret. El poste indicador de la iglesia de Sant Guillem nos señala el camino a tomar, en ascenso sostenido y agradable entre la vegetación mediterránea. Desde la roca Cocolera, la llegada al collado del Estanyol (1.680 m) es en ligero descenso, y se recomienda una parada para disfrutar de las impresionantes vistas del Vallespir, la Garrotxa y el mar Mediterráneo. A partir de ahí un largo flanqueo nos permitirá disfrutar de la gran diversidad de bosques, según las diferentes orientaciones que va tomando el recorrido. Pasaremos por pinares de pino negro cerca del la cabaña de la Devesa de Vallbona, y por hayedos cerca de la barraca del Faig, aunque esta no la debemos bordear, sino que la debemos ver habiendo cruzado antes el río Ferrer. El itinerario no es llano, pero los desniveles acumulados son poco significativos en este tramo hasta los canales de Leca. El antiguo camino de las Canals tiene bastante peligro cuando hay humedad, y es muy expuesto en algunos tramos. Por ello se decidió señalizar una alternativa mucho más segura que requiere, desde el cruce (1.640 m), un rápido descenso de 400 m por el bosque del Roc de las Cabres, que tras el collado de Ce seguirá bajando más suavemente. Tocamos fondo poco antes del torrente de los Canals (1.080 m), punto en el que comienza una subida que se irá acentuando hasta llegar, en fuerte ascenso, a los vestigios mineros de Vetera, donde podremos ya respirar hondo para llegar al refugio, construcción de acogida de los mineros de la época.
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Excelente web… Gracias, Un saludo